Rutas del Románico en la provincia de Guadalajara
Autor: David de la Garma Ramírez
Quién se acerque a Guadalajara para visitar su Románico, descubrirá un arte sereno y contenido, elegante sin grandilocuencia, lúcido a pesar de lo ahorrativo, inteligente por evitar los excesos, armonioso al carecer de barroquismos, en definitiva un hermoso pedazo de nuestra historia.
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Algunos consideramos el arte como la manifestación de los anhelos de los pueblos que lo crearon. Es por esta razón que las variedades regionales del románico manifiestan las peculiares condiciones culturales, históricas y sociales de cada pueblo que habitó la Edad Media europea. En este contexto, el románico de Guadalajara es el resultado funcional de la necesidad de contar con lugares de culto para los repobladores del siglo XIII. Si la pobreza inspirante justificó la edificación de templos humildes, la influencia de los monumentales y vanguardistas cenobios cistercienses impregnó a este modesto arte rural de una dignidad intachable. Quién se acerque a Guadalajara para visitar su Románico, descubrirá un arte sereno y contenido, elegante sin grandilocuencia, lúcido a pesar de lo ahorrativo, inteligente por evitar los excesos, armonioso al carecer de barroquismos, en definitiva un hermoso pedazo de nuestra historia.