Rutas del Románico en la Provincia de Burgos
Autor: Braulio Valdivielso Ausín
El románico nació para enseñar. Y el viajero se acerca a él para aprender, para desentrañar algunos de sus mensajes, para gozar de su simbolismo y de la estética que mana su arquitectura y escultura. Contemplar el arte románico no es solo ver muros y formas. Es bucear en un mundo de símbolos y alegorías.
Política de envío: 4 - 6 días laborables
Han tenido que pasar muchos años para que el gran público tome conciencia del arte. Somos capaces de captar la estética y hasta el simbolismo de algunos monumentos. Aceptamos formas del pasado y valoramos. Todos los estilos han experimentado este largo proceso cultural, pero es el arte románico quien ha despertado en el hombre de nuestro tiempo un interés que no han conseguido lo otros. El románico interesa. Al cabo de muchos años de ignorarlo, se ha caído en la cuenta de que es una manifestación de arte, de verdad y de misterio. Encierra vida; acumula historia y doctrina. Es, además, reflejo de la sociedad de su tiempo. Ese atractivo, ese misterio y simbolismo es un arte eminentemente simbólico- quedan integrados en la belleza estética de las formas haciéndolo atractivo. Se convierte así en un arte didáctico y moralizador. El románico nació para enseñar. Y el viajero se acerca a él para aprender, para desentrañar algunos de sus mensajes, para gozar de su simbolismo y de la estética que mana su arquitectura y escultura. Contemplar el arte románico no es solo ver muros y formas. Es bucear en un mundo de símbolos y alegorías.