Cuentos desde la meseta

José González Torices ha escogido, para emocionarnos de nuevo, la difícil senda del relato breve; el género literario que requiere mayor sensibilidad, rigor expresivo, capacidad de observación y síntesis, y sabiduría narrativa.

Son tres, en estos Cuentos desde la Meseta, las constantes que pueden rastrearse desde la primera a la última historia de las que este volumen contiene: preocupación por el paisaje; búsqueda, por medio de una suerte de método inductivo, de toda una caracterización, privativa del hombre de la Meseta y, por último, indagación, hasta tocas las últimas raicillas, en el lenguaje coloquial, tan rico y expresivo, de nuestras gentes.

Junto a la obra de González Torices (parte de ella aparecida en el periódico Tribuna de Castilla y León), destaca la labor ilustrativa del pintor Miguel A. Soria. Soria ha sabido captar en sus dibujos toda la fuerza expresiva del autor de las narraciones y es tal su compenetración con aquél, que logra descubrir, con perfectos trazos, el alma ascética y religiosa de esta tierra.